CRÓNICA DE NUESTRAS ACTIVIDADES

MUSEO DE PREHISTORIA DE VALENCIA

En el primer viernes de abril hicimos una visita a este Museo. Antes de ir, realizamos la asamblea en el Hall, así que salimos del centro a las 11:30 h. aproximadamente, pero el recinto estaba cerca. Ya allí entramos pronto a la exposición que trataba sobre la erupción del Vesubio y la desaparición de un pueblo entero, Pompeya, por efecto de este volcán en el año 79 d.C.
 Los comisarios de la exposición la han plasmado en cuatro ámbitos. Con grandes ilustraciones se revela la situación en el Imperio. A continuación, se trata la erupción y sus consecuencias.
 Después, un audiovisual muestra la casa de Ariadna estructuralmente y algunas vistas reconstruidas de su interior. Con las excavaciones se da conocimiento de la evolución de esta vivienda y parte del material arqueológico.
 Y, por último, se expone la relación de la región italiana, en la cual estaba integrada Pompeya, con Valencia. Materiales, como cerámica, ánforas o vasos y un par de ejemplos de pintura mural de Valentia (nombre por el que se conocía a la antigua Valencia romana).
En mi opinión ha sido una muy agradable salida del centro y la gente se lo ha pasado genial. Al salir del Museo de Prehistoria había un libro para dejar escrito un recordatorio y dos personas del centro dejaron plasmadas sus opiniones en dicho libro.

¡SUECA! ¡SUECA!



            Es 15 de Mayo, son las 10.15 horas, salimos en el autobús. Vamos a celebrar el IX encuentro de fútbol-sala en Sueca (Valencia).
Lo primero que  hacemos es bajarnos del autobús y tomarnos un refrigerio, allí nos encontramos con gente conocida de otras salidas, y nos da mucha alegría.
Después de almorzar los chicos del centro “Museo”, es decir, los nuestros, se cambian de ropa. Ya están preparados, y los demás también estamos dispuestos para animar a nuestro equipo.
Primero se ponen a jugar, pero a las chicas nos llevan a un taller de maquillaje. Después de ponernos guapas a todas, los monitores nos hacen fotos.
El siguiente paso es animar al equipo, cantamos un lema para conseguirlo. “Museo, Museo, danos el trofeo”. Animábamos tanto o más que el resto de las aficiones.

            No sé si fueron nuestros vítores o que el equipo vale, perdonen la inmodestia, pero barrimos al contrario. El resultado fue atronador: 15 a 0.
Más tarde nos fuimos de allí hasta la carpa de un casal fallero, donde nos prepararon una paella gigante, que, por cierto, estaba deliciosa. Además comimos un helado de turrón.
Al acabar de comer hicieron entrega de unos regalos: una camiseta y un bolígrafo y, al equipo de ganadores les dieron una copa de plata.
Cuando salimos de allí nos vinimos a casa, cansados pero muy contentos por nuestro triunfo, aunque alguno de los jugadores hubieran preferido que el contrario hubiera sido un competidor más fuerte.
Al llegar a casa estábamos rendidos pero satisfechos porque habíamos pasado un día para recordar.