BIRDMAN (o la inesperada virtud de la ignorancia).
Tengo que reconocer que cuando fui a ver la película no estaba
convencido del todo. Y es que pensaba
que iba a ver otro peñazo de película sobre actores contado por los propios actores,
algo así como una película para los círculos mas elitistas, una película
destinada a los Óscar, una de esas películas que acaban siendo la película mas sobrevalorada
del año y es que 4 Óscars incluyendo mejor película y director dejan el listón
muy alto. Pero aun así me fue gustando a medida que la veía….dejando aparte que es una rareza inclasificable, recrea el
mundo Hollywoodiense a la perfección y es un surrealista retrato de los tiempos
modernos y el culto a la fama .Es una película protagonizada por actores sepultados
por la fama o por la industria o por sus propios personajes. También
resalta el reflejo del mundo del teatro, con sus servidumbres, orgullos, egos
estratosféricos e inseguridades abísmales o arbitrarios críticos con prejuicios…
todos están retratados con cruel malicia, gran poder de observación y astuta
ironía. Es en resumidas cuentas la contraposición de la taquilla a lo sufrido
de la abnegación artística de todo creador. Técnicamente está muy bien hecha La
cámara planea por cada parte del escenario y fija la atención en un punto,
coreografiando cada entrada y salida del plano. Es la obra de alguien que sabe
lo que quiere hacer. En 'Birdman', la aparición y desaparición de personajes es
tan espontánea, tan libre, que siente uno la viveza del entorno (algo así
ocurre en la cinta 'Pulp fiction', aunque sea echando mano de narraciones
paralelas e historias cruzadas).
Las interpretaciones de Edward Norton y sobre
todo Michael Keaton (Riggan Thomson) son
excepcionales. El papel de este último esta hecho a su medida Keaton
interpreta a un actor que vivió su gran momento de fama en los 90 interpretando
a Birdman (un superhéroe), igual que él con el papel de Batman de Tim Burton, y
ahora despojado del traje trata de darle un nuevo rumbo a su vida, intentando
recuperar a su familia y prepararse para el estreno de una obra teatral en
Broadway que él mismo ha escrito, dirige y protagoniza. Riggan, sólo es
'Birdman' sin el traje. Su alter-ego le atormenta, tratando de hacerle volver a
lo que ya hizo. Aparte de todo esto, el protagonista sufre enfermedades mentales;
tiene alucinaciones, delirios, paranoia, y esquizofrenia (cosa que queda en un
segundo plano desgraciadamente; pienso que se podía haber hecho más por
sensibilizar al espectador en este aspecto
que además parece que le ocurre por el factor desencadenante del estrés que
sufre…al final hay una escena en el que tampoco queda claro lo que ocurre en
realidad, parece que al final Iñarritu no se resiste y
agrega una escena más cercana a su cine
habitual,o bien la respuesta podía ser esta: el personaje de Keaton no salta,
ni el de Stone ve a su padre volando. Sencillamente, sonríe porque tras entrar
a la habitación, asustarse al no encontrarlo y temer al ver la ventana abierta,
mira hacia el horizonte sabiendo que por fin Riggan ha abandonado las cadenas;
ya no es “Birdman”. Su padre no ha saltado, no se ha matado, sencillamente no
está en la habitación. ¿Y dónde está? La respuesta no es importante. A veces,
un final abierto es suficiente para entenderlo todo).La película
es también muy irónica, el humor negro le
sienta bien a Iñarritu en esta precisa comedia de redenciones y nuevos
comienzos, En resumidas cuentas recomiendo ver esta película por su originalidad
(es una película de las que no se suelen hacer) y por su brillante guión. Estoy
seguro que os sorprenderá a todos.